Si a los problemas más comunes de la piel, acné, arrugas, manchas… le añadimos el hecho de tener una piel sensible y reactiva, el problema se multiplica. Ya no solo en el aspecto de buscar buenos productos para el cuidado de nuestra piel, sino que además reúna la característica de ser productos aptos para pieles sensibles. La piel sensible se caracteriza por presentar tirantez, sequedad, irritación, rojeces y descamación que aparece de forma espontánea o tras aplicar algún producto que hace que la piel reaccione. Además, algunos factores externos como los cambios de temperatura, el estrés, aplicación de productos irritantes para la piel, el exceso de exposición solar, etcétera pueden…