Las anécdotas de las campanadas del 2015
Ayer recibí mi año 2015, con un gripazo encima, imposible de soportar sin una sobredosis de Frenadol, y con 10 horas de trabajo encima que causaron que, aunque no estuviera en mi mejor momento físico, me centrara más en ver qué ocurría a mi alrededor y más que nada en la pantalla de la televisión. Una gran pantalla por cierto, porque hoy quien no tiene una gran pantalla no es nadie. El tamaño de la pantalla suele ser elegido por el hombre de la casa, como si no tuvieran suficiente con el tamaño de los coches, ahora el tamaño de la pantalla de televisión también dice mucho de ellos. Da…